sábado, 25 de septiembre de 2010

¿Es lícito comer sangre?


¿Es lícito comer sangre?
Genesis 9:4-6
 Escrito por:  
Pedro I. Carpio
Gen 9:4  Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis, 5 porque cierta-mente demandaré la sangre de vuestras vidas; de manos de todo animal la demandaré, y de manos del hombre. A cada hombre demandaré la vida de su prójimo. 6 "El que derrame la sangre de un hombre, por otro hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios es hecho el hombre.

Esta pregunta causa controversia y puede causar disensiones en las iglesias actuales por motivos muy diferentes. Pues, plantea la confrontación entre los que basados en las escrituras (Gen 9:4-6; Lev 19:26) que fundamentalmente se basan en los aspectos referidos a este importante elemento mencinados en la Palabra de Dios fundamentalmente en el Antiguo Testamento:
1) La prohibición de comer sangre ó carne que no haya sido completamente desangrada púes los antiguos israelitas pensaban que la sangre era el principio vital de los animales y de los seres humanos. Por lo tanto, la prohibición de comer carne sin desangrar era una forma de afirmar que la vida pertenece exclusivamente a Dios, el dador de toda vida. (Lev 7:26-27; 19:26; Deut 12:16, 23-25; 15:23).
2) Durante la instauración de la pascua antes de la salida de Egipto tenemos el sacrificio. Tenía que ser un corderito o cabrito, por lo regular un cordero, de justamente un año de edad y sin defecto. ¿Quién había de escogerlo? En la pascua egipcia fue escogido por la cabeza de cada familia: pues hasta ahora no había sido establecido el sacerdocio. Todavía no había lugar central de culto. Aprendemos otra distinción: Si una familia era demasiado pequeña para comer todo un cordero, entonces dos o más familias debían unirse hasta que hubiera suficientes para comer un cordero. Cuando el cordero era muerto ¿qué debía hacerse con la sangre que representaba la vida? Debía ser recogida en un tazón y ser rociada con un hisopo sobre los dos postes y el dintel de la puerta, esto es, sobre el arco arriba de la puerta. No fue rociada abajo sobre el umbral porque la sangre, siendo sagrada, no debía ser pisada; la sangre rociada hizo la casa sagrada para todo aquel que estaba en ella cuando la sangre fue puesta allí, esto es, para todos los que se que estaban dentro de la casa. Si alguno salía, la sangre perdía su virtud por lo que le tocaba a él. Esta es la parte sagrada de la sangre. ¿Qué significaba como sacrificio? Que no había ninguna distinción natural entre los primogénitos de Israel y los primogénitos de Egipto. Pero por una distinción de gracia, aquella sangre vino a ser una sustitución propiciatoria para cuantos estaban abrigados en aquella casa. Así "Cristo nuestra Pascua fue sacrificado por nosotros." ¿Quién había de matar al cordero? Toda la congregación de Israel participó en el acto de matarlo. Más tarde, se ve una distinción basada sobre el establecimiento del pueblo y la institución del sacerdocio.
3) La ratificación del pacto de en el Sinaí: "Moisés, levantándose muy de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce pilares correspondientes a las doce tribus de Israel. Luego envió mancebos de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y sacrificaron ofrendas pacificas de novillos a Jehová. Y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. Entonces tomó el Libro del Pacto," (había escrito en el libro lo que las dos partes se habían obligado a observar). "y lo leyó en alta voz a oídos del pueblo; y ellos respondieron: Nosotros haremos todo cuanto ha dicho Jehová, y seremos obedientes! Tomó pues Moisés la sangre y la roció sobre el pueblo diciendo: ¡He aquí la sangre del pacto que ha hecho Jehová con vosotros, acerca de todas estas cosas!" (Éxodo 24:4-8).
4) Dios lo ha instituido y nos lo ha indicado como un medio valido para el acto de propiciar pues este involucra quitar la ira por medio de una ofrenda. Tiene la connotación de apaciguar la justa ira de Dios contra el pecador. (Lev 17:10-14).
También contemplamos que en los comienzos de la iglesia, los creyentes cristianos y aún los discípulos que eran provenientes del judaísmo observaron rigurosamente esta prohibición, y  por consiguiente la incluyeron en las escasas normas que debían ser guardadas por parte de los nuevos creyentes provenientes del ámbito no judío o Gentil (Hch 15:19-20). Refiriéndose a este versículo algunos comentaristas, indican que lo más probable es que estas cuatro prohibiciones se referían a cuestiones rituales a saber: a) comer la carne sacrificada a los ídolos (1 Cor 8:10), b) los matrimonios prohibidos por la Ley (Lev 18: 6-18; Num 25:1; 2 Cor 6.14), c) comer carne de animales estrangulados o ahogados que podían contener sangre, y d) comer la sangre misma; de esta manera se facilitaba la convivencia con los cristianos procedentes del judaísmo, que continuaban practicando sus costumbres tradicionales. Esta postura la encontramos actualmente en ciertas denominaciones y sectas que se autoproclaman cristianas y que declaran: a) ser vegetarianos como es el caso de los Adventistas y b) prohibir hasta incluso las transfusiones de sangre como los Testigos de Jehová; por considerar que es una forma de “comer” sangre, lo cual ha puesto en riesgo la vida de muchos de sus miembros, cuando requieren intervenciones quirúrgicas.
Por otra parte se encuentran los que manifiestan que ya fueron anuladas tales prohibiciones. Púes para el cristiano el Señor Jesucristo y su sangre derramada en la cruz fue tanto una expiación como una propiciación (Rom 3:25). La obra de Cristo quitó la ira de Dios de modo que el pudo pasar "por alto, en su paciencia, los pecados pasados" (Rom. 3:25). El Padre envió al Hijo para ser la propiciación (1 Juan 4:10) por los pecados del mundo (1 Juan 2:2). Como máxima propiciación y pues al estar bajo la gracia las normas del Antiguo Testamento que no fueron expresamente afianzadas por el Señor Jesucristo y aquí consideramos inclusive lo referente al a observancia del Sabat. Si analizamos el sentido de las principales voces griegas que se traducen por «redimir», «rescatar» o «redención», llegamos a esta definición del concepto: «Libertar a un esclavo o cautivo mediante el pago del precio del rescate.» Hemos de tener en cuenta que, cuando los evangelistas y apóstoles escribían el Nuevo Testamento bajo la guía del Espíritu Santo, la institución de la esclavitud estaba muy extendida por todo el imperio romano, y millones de seres humanos, apresados durante las campañas militares de Roma o nacidos de padres esclavos, gemían bajo este triste yugo. Algunos esclavos ocupaban puestos importantes en las casas de sus amos y otros podían ser más cultos que los mismos amos, pero ninguno podía disponer libremente de su persona. El profundo anhelo de todos ellos era ser redimidos, y algunas veces, fuese por sus propios esfuerzos en acumular el dinero necesario o fuese por la bondad de un bienhechor, les era posible llevar al templo él precio del rescate, y entonces, mediante un acta de liberación levantada por el sacerdote pagano, quedaban rescatados. Los autores sagrados dan un sentido espiritual a esta liberación, que ya se había indicado simbólicamente en el Antiguo Testamento, donde se habla de la «redención» del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto (Exo 6:6; Exo 15:16, etc.). El concepto se desarrolla mucho más en los Salmos y en el profeta Isaías, pero, desde luego, las indicaciones del Antiguo Testamento no pueden hacer otra cosa sino anticipar parcialmente, en símbolo y figura, la gran obra redentora de la Cruz.  «Y fue para libertad que Cristo nos hizo libres», da posiblemente el significado más ajustado; esto es, «no para llevarnos a otra forma de esclavitud nos liberó Cristo de aquello en lo que habíamos nacido, sino para liberarnos de la esclavitud». En Gal 5:13 se usa dos veces. La fraseología usada es la de la manumisión de esclavos, que entre los griegos tenía lugar mediante una ficción jurídica por la cual el esclavo que recibía la libertad era comprado por un dios; como el esclavo no podía dar dinero, su dueño lo pagaba en la tesorería del templo en presencia del esclavo, y se hacía una escritura pública que contenía las palabras «para libertad». Nadie podía volver a someterlo a esclavitud, por cuanto pertenecía a al dios. De ahí el término apeleutheros, LIBERTO. 2. anesis (a[nesi", 425: «indulgencia»), en la orden dada por Félix al centurión, para que moderara las restricciones sobre Pablo. Los papiros e inscripciones ilustran la utilización de este término como denotando alivio (Moulton y Milligan, Vocabulary). CONFIAR, B, DENUEDO,  Notas: (1) El nombre soteria, salvación, se traduce «libertad» en Hech 7:25  «les daría libertad» (RV: «salud»; Besson: «salvación»). Véase. (2) El verbo apoluo, véase DESPEDIR, se traduce «ponerle en libertad» (Hech 3:13; 4.23: «puestos en libertad»; 26.32: «ser puesto en libertad»; Heb 13:23 «está en libertad»). Véase también SOLTAR. 6. lutrotes (lutrwthv", 3086), redentor, uno que libera (cf. apolutrosis, Se traduce «libertador» Hech 7:35;  «juez»; ¶ Nota: el verbo ruomai, rescatar de, se traduce en Rom 11:26 como «Libertador», del participio presente con artículo, usado como nombre. Esta misma construcción se usa en 1Tim 1:10 «quien … libra»; se podría traducir, como en Rom 11:26, «nuestro Libertador», esto es, de las calamidades retributivas con que Dios visitará a los hombres al final de la edad presente. Es de esta ira venidera que son librados los creyentes. Véase LIBRAR, Verbo eleutheroo (ejleuqerovw, 1659), hacer libre (relacionado con A, y con eleutheros, LIBRAR, LIBRE, B). Se usa de la liberación: (a) del pecado Jua 8:32  «os hará libres»; v. 36: «os libertare»; Rom 6:18 «libertados»; v. 22: «habéis sido libertados»); (b) de la ley (Rom 8:2 «ha librado»; Gal 5.1: «nos hizo libres»; véase, sin embargo; (c) de la esclavitud de corrupción (Rom 8:21).

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