sábado, 25 de septiembre de 2010

LA INTEGRIDAD


LA INTEGRIDAD:
Base Fundamental en un Hombre de Dios.
(Genesís 37-50)
Realizado por: Mirian Barreto de Carpio


            Estamos viviendo en tiempos en que  los hombres no conocen lo que significa la palabra integridad y más aún no la ponen en práctica, lo que nos lleva a pensar que ser integro quedó como cosa del pasado o de personas fuera de serie; por lo que nadie se preocupa de vivir bajo esa condición. Es por ello que los modelos de valores que se estan presentando a las nuevas generaciones son relativos, endebles y faltos de parametros concretos.

            Es lamentable entonces que el mundo en que vivimos haya dejado de lado el conducirse en cuanto a valores absolutos pero mucho más lamentable, es que la Cristianidad también se haya moldado a subsistir en la mediocridad, con una peligrosa y deplorable admiración al sistema desconociendo los valores de Dios y su Palabra; uno de esos valores es la Integridad ¿Pero que es la Integridad? ¿Cómo ser hombres íntegros?

            La integridad tiene que ver con la entereza, providez y honradez; con algo que está completo. La integridad es una calidad moral, sinonimo de ser incorrupto y libre de mancha. Así mismo, al definir al Hombre Integro, en un lenguaje comprensible y sencillo, lo hacemos denotandolo, como el varón de una sola pieza. ¿Acaso no es el varón que Dios busca y que la sociedad está esperando a ver? Cabe reseñar que el hombre integro aunque sea pobre mantendrá su integridad y por tanto tendrá seguridad. poder y credito.

            Ahora bien, cuando leemos el manual de capacitación de Dios (La Biblia), podemos encontar la vida de personajes, que nos enseñan, animan y advierten. Hombres y mujeres cuyas historias reflejan vidas guiadas por las manos de Dios y que decidieron obedecer y seguir al Señor, conforme al propósito que Él tenía para cada de ellos.
            Sin embargo, es imposible dejar, la verdad e mano en el ámbito teórico cuando la vemos revelada en hombres de carne y hueso. Tal es el caso de José, cuya historia es contada en ele Libro de Génesís desde el capítulo 37 al 50, se presenta como una novela completa y bien elaborada, que describe con vívidos detalles el desarrollo de sus personalidad desde su carismática juventud hasta su misericordiosa edad madura.

¿Quién es José?
            Al principio, este personaje bíblico cuya vida nos hace mover la cabeza con admiración una y otra vez, era un simple pastor de ovejas y un soñado, odiado por sus hermanos. Es por ello que nos podemos hacer la interrogante siguiente: ¿De dónde consiguió José desarrollar la cualidad, no sólo de integridad, sino de santidad y liderazgo, para que lo sacarán del fso de la esclavitud y lo convirtieran en gobernador se Egipto? (Geneis 37:3- 41:46).
            Cuando profundizamos en la lectura de la Biblia, encontramos la respuesta a esta pregunta. Allí podemos percibir, el corazón y la mente de un hombre formado en el crisol del rechazo, abandono, atropello, de la privación; y que a pesar de recibir falsa e injustas acusaciones, se negó a convertirse en un resentido, guardar rencor y sucumbir a la amargura y tentación, etc. En su lugar desarrolló la paciencia, perdón, bondad moral y la obediencia al depender totalmente de Dios, al punto que Él pudo utilizarlo como un canal de bendición. Es así como todas esas situaciones enfentadas por José en un momento y espacio determinado estaban dando firme a su Integridad.
            La experiencia nos ha demostrado que cuando estamos en la prueba, la integridad de los que profesan ser siervos de Dios será probada y que podemos esperar tentaciones en  los dias de prosperidad y de holguras, no en las privaciones de trabajos duros. Un extracto de la vida de José lo deja ver; José ascendió de esclavo a ser el encargado no solo de las cosas de Potifar, un alto jefe militar de Egipto sino que todo el producto de su gestión terminaron finalmente bajo la mirada vigilante y mano orientadora de José. Se ocuparía Potifar solo del pan que comía (Genesis 39: 6). José no quebranto la confianza y se matuvo en Integridad. Además el Señor determinó que todo lo José hiciese prosperaría, este halló gracia ante los ojos de Potifar.
            Las advertencias no es sólo para las personas que están sin un centavo. Este mensaje está dirigido al homebre de exito, al ejecutivo con mucho futuro, al hombre y a la mujer que ha llegado bien arriba, al individuo que está experimentando los beneficios y el favor de Dios, al que está cosechando los beneficios de una intimidad y una confianza cada vez mayor. Aquí tenemos un esclavo que había ganado el derecho a ser respetado y aque se le tuviera confianza; pero recuerden que con el mayor exito, viene un medida de mayor confianza, lo cual lleva inevitablemente a mayores ocasiones de vulnerabilidad. En esta conjetura podemos esperar tentaciones en los días de prosperidad, por lo tanto no debemos picar el anzuelo del enemigo y ceder a la tentación, la cual está a la orden del día y a todo nivel.
            En nuestro trabajo secular si hemos sido ascendido a niveles superiores en nuestra iglesia cuando asumamos cargos ministeriales, no debemos violar primeramante nuestro compromiso con Dios y segundo la confianza con el pastor. Todas estas sugerencias deben considerarse a fin de no fallar a la Integridad que se llama Cristo y debemos estar dispuestos a investirnos de ella.
            La realidad de las cosas es que muy pocas veces nos mostramos fieles a nuestra integridad. También he aprendido que cuando se tiene una gran misión de parte de Dios que  cumplir, el enemigo siembre está buscando como derrotarnos. A él no le importa que quebrantemos toda nuestra integridad, él vive feliz cuando solo la manchamos. Algo que casi siempre sucede es que cuando se empieza a progresar y ha tener exito muchos nos olvidamos de quien lo permitió, corremos el riesgo de empezar a confiar en nosotros mismo olvidandonos de todos los obstaculos y la tantas veces que fuimos en oración pidiendo que la mano de Dios, nos ayudara y guíara, pero todo esto ha desaparecido, descuidado y olvidado; así hemos olvidado hasta donde nos hemos encontrado. Escribiendo estas lineas, vino a mi mente la palabra Eben-ezer, “Hasta aquí nos ayudó Jehová” (1 Samuel 7:12). Prque es el nombre que pondré a mi nueva casa, una vez El Señor mede gracia delante de aquellas personas a quienes solicitaré el crédito Hipotecario y el verbo colocado en la parte frontal de esta, espero no olvidar ese favor de Dios y agradecer como llegamos a ese lugar geográfico.
             Retomando la secuencia de la experiencia de José, dice el pasaje 39: 6, que José era fisicamente hermoso y contaba con cualidades que hacía de su presencia en cualquier lugar algo deseable, ¿Por qué atraía a otros? Pero ¿Cómo no?, Si el Señor lo prosperaba en todo y no había nada que hiciera sin ser bendecido, aquí el enemigo viendo que nada había pdido distraerlo o hacerlo caer ofendiendo a Dios que lo bendecía, se puso a usar una estrategia que casi nunca le ha falllado, fue una mujer a seducirlo y ver si lo hacía caer. Es Importante señalar que esta prueba en su vida no vino por estar ocioso, cumplía fielmente sus deberes diarios, cuando todo estaba floreciendo en su vida espiritual y material, la prueba de su integridad vino: “La esposa de su amo puso sus ojos en él”, y no solo eso sino quele dijo “ Duerme conmigo” (Genesis 39:8).
¿Estaba buscando él ser tentado? ¿Fué él que dió lugar a la atentación?. La Biblia claramente dice que ella “puso sus ojos en José”, no él en ella, diciéndoloe “duerme conmigo”; ¿Habría José de ceder el áureo patrimonio de su carácter ante la presión seductora de esa mujer corrompida?, José fué lo suficientemente firme, fiel y maduro para que se guardará escrito “..pero él no quiso” (Gn 40:8).

            ¿Cómo actuariamos en una circuntastancia como ésta? Ó quizás tendría que preguntar ¿Cómo hemos actuado en situaciones similares?, ¿Nos han provoca o hemos provocado?. Hoy en día vemos en nuestras iglesias jóvenes que antes del matrimonio, tienen relaciones sexuales, se han dejado seducir. Sabemos que como hombres y jóvenes luchan contra su propia voluntad y pasiones; al igual que José, porque él no era de hierro, que no sintiera ceder a ello, la firmeza a su integridad con la cual había peleado hasta aquí se estaba fortaleciendo para esta gran tentación, su firmeza contra lo malo floreció; el pudo reistir, respetar y honrar sus responsabilidades con su integridad al Eterno; diciendo en gran voz, que aún resuena en nuestra generación “¿Cómo pues haría este mal, y pecaría contra Dios?” (Gn 39:9).
            José es como tantos jóvenes, humano nacido en pecado, lleno de pasiones como cualquiera de ellas, sepamos que la tentación no es pecado, pero al ceder a la ella si lo es, José lo sabía muy bien y entendió lo que ésto involucraba; se mantuvo firme contra la tentación presentada en bandeja de oro, pero diabólica y todo ¿Por qué?, por glorificar a Dios. Así honró también a su patrón quien tanta confinza le había dado y él no iba a traicionarle por nada.
            Son otros los episódios que estaríamos relatando y a través de los cual poder tener vivencias donde verá cprometida la integridad de José. Cuando éste fué encarceldo, luego que la esposa de Potifar lo acusó de abuso sexual. El Señor estaba todavía trabajando en su vida, a través de sus penalidades, aún cuando habái sido obediente a Él y favorecido antes “Jehová estaba con el”. No existe un proceso rápido para encontrar y darle forma al oro. El proceso descubrir, procesar , purificar y moldear el oro es muy laborioso y es Dios quien determina cuanto tiempo tomará ese proceso. Sólo Él es es el refinador y José todavía estaba en proceso. Su corazón estaba aún siendo quebrantado por la aflicción y el abandono, pero José estaba siendo modelado para un futuro importante, luego de decifrar el sueño del faraón. Este le nombró gobernador de Egipto, ¿Sabes que vió el faraón en José? “Oro puro”. José sabía evaluar la situación y dar los pasos adecuados y aún estando bajo presión. Sabía hacerlo, porue a través de la presión que fie refinado como oro; pero su irreprochable hombría, su fidelidad a lo correcto, su lealtad hacia el Dios de sus padres, llevaron a éste jóven al aplacio, para convertirse en el goberandor en la tierra de los faraones (Egipto). El hijo de Jacob tenía ahora riqueza, autoridad y poder, y daba evidencia de ello. Estaba vestido con ropas reales, tenía un resplandeciente collar de oro en su cuello, el anillo del rey y se trasladaba en su propio carruaje oficial. No se aprovechaba de su envestidura y en su circunstancia de hombre que atravesaba Egipto. No acaparó los abundantes depósitos de comida para si mismo ni para su familia, ni la familia real, ni siquiera para la tierra de Egipto. Fué un hombre que nunca se aprovechó de sus recursos económicos. Ahora bien, no olvidemos que el sigue caminando con humildad delante del Señor; tiene poder terrenal pero todavía mantiene su integridad.

            Por último vale la pena destacar:
  • No importa cúal sea sea nuestro salario o su estilo de vida, auto que manejaos, el lugar donde vivamos o trabajemos. Todo estos factores tienen que ver con su posición delante de la gente, pero nada que ver con su posición delante de Dios.
  • Con la autoridad viene la necesidad de la responsabilidad, con la popularidad viene la necesidad de la humildad, con la prosperidad viene la necsidad de la integridad. José vivió muy a estas tres pruebas.
  • Nosotros como iglesia debemos actuar con integridad en cada unas de las tareas que como lideres debemos asumir dentro y fuera de la misma, a fin de glorificar a Dios y engrandecer su obra.
  • Como pueblo escogido por Dios, su iglesia, debemos enfrentar hoy todas aquellas cosas (tentaciones) que Dios permite para probar nuestra integridad hacia Él y hacer crecer nuestra fe. Dios permite que la prueba pueda acrisolar nuestra integridad.



CI. 4.184.498           

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